"On n'est pas dans le futurisme, mais dans un drame bourgeois ou un thriller atmosphérique"
Quiza no haya existido época mas irreligiosa que la nuestra, y no obstante, dificilmente se hallara otra a la cual hayan agitado mas las cuestiones religiosas. Acabamos de salir de un periodo en que la indiferencia se aliaba a una adhesión rutinaria a la costumbre, en que el terror religioso no queria percibir incompatibilidad entre las formas religiosas tradicionales y el espiritu de los tiempos modernos. Nuestros padres eran en realidad bastante conservadores para ver en la practica del culto una cosa conveniente, y suficiente ilustrados para reirse del que les hubiese dicho que llegaria un dia en que las cuestiones religiosas recobrasen su imperio sobre el pueblo, le inflamasen y le extraviasen todavia; mas en esta conducta de dos caras, no veian ninguna contradicción.
Al mismo tiempo la critica teológica, histórica y filosófica proseguia su obra sin darse punto de reposo (basta tener presente a Schopenhauer, Strauss y Feuerbach), y el espiritu moderno se desenvolvia con un vuelo que casi pudiéramos decir arrebatado; estas dos potencias coaligadas arraigaban cada vez mas la convicción de que en los puntos mas esenciales, las formas religiosas de la tradición se compadecian muy mal con la idea que nosotros nos formamos del conjunto de las cosas. Por otra parte, dos hechos demostraban el error que habia cometido el indiferentismo ilustrado al imaginar, ora que la religión ha perdido su poder sobre el pueblo, ora que éste puede vivir sin ella. Por un lado la Iglesia católica se levantaba con una vitalidad que inspiraba temor y espanto, demostrando la fuerza que aún tiene para fanatizar a las masas cuando persigue este objeto con energia y constancia; por el otro y como diametral oposición a esto, la vergonzosa brutalidad alardeada por la democracia social al saludar con júbilo los horrores de la commune parisien, senalaba hasta qué punto de depravación desciende el pueblo cuando ha perdido con la religión, la sola forma bajo la que le puede ser accesible el idealismo.
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